y uno tiene que soltarse en las cantinas
con sus juegos giratorios
para girar detrás de la barra
encima de la barra
encima de ellas
meterles la barra
o seguir sangrando de la nariz por tanto polvo
que si de polvo hablamos
nada de polvo enamorado
que el amor es lata vacía
un barrepies que no nos deja nada
mas que el fondo de la botella
las jarras y la ropa mojada
el amor es la nada
que nos va calando como una maldita espina
hacia dentro
hacia dentro
cual si uno fuera espantapájaros
con sus brazos abiertos
no ser más que ser cruz
más que el crucificado
en este puerto de paradigmas
en este valle de lágrimas
donde nada queda más que el olor a muerto
el olor de las cantinas
donde no me dejan ya fumar
pero si me dejan decirle flores a las meseras
llenar de besos a las rameras
y en cada ramo de flores me voy poniendo más imbécil
y siempre se me va la voz
y soy solamente el grito
la camioneta en donde me arrastran
el tufo del policía que se lleva mi orgullo
y los golpes cuando me han metido a la cárcel
cuando me han metido la vida en cada ceja
en cada diente tirado
en cada golpe de cerveza en los labios
en cada recordarte
Adán Echeverría
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