Esther Píscore (Les Luthiers)

La gallina dijo eureka (Les Luthiers)

Tengo

El paso ajeno fue el destino de su infancia;
sus ojos,
no dejaron de brillar.

La luz se entrometió;
fueron sus dedos pintados
quienes guiaron el camino de su lucha.

-Aquí es,
aquí debo estar.

Una línea de sangre dejaba a su paso;
las flores
la podían oír gritar:

-¡Este mundo es un pedazo!
-¡Ya no hay nada! ¡Ni hay mas!

El mar calmaba sus llagas,
un momento, un instante;
fantástica sinfonía
de sus pechos de metal.

Caminando por el rostro
de una imagen ya perdida,
sus sueños,
se volvían de cristal.


Sus pies no salían del fuego
¡era su mente quien la traicionaba!
¡era una razón
o dos
o mil!

- tengo, tengo, tengo, tengo, tengo, tengo, tengo,
  tengo, tengo, tengo, tengo, tengo, tengo, tengo...
  tenia que…

hacer 
un poema
y un cuadro.

tengo que ser,
tengo que estar,
el momento ya no existe…

Un nuevo día

Fue el sol el que alumbro la noche,
cuando mis piernas aun dormían.

Fue la tarde
cotidiana
quien desgarró mi ser.

Esa tarde se acabo,
hoy 
es un nuevo día,

aun tengo el sueño
de una luna lejana,
que sintió mis pasos al verme caer.

Ahora,
no es el sol el que brilla,
ni las tardes,
ni las noches;
es la certeza que algún día
ella por fin será feliz.

Un lugar oscuro;
las lágrimas lloran…
y el tiempo no existe para mí.

Solo soy
caminante, sin espacio
por un lugar en donde nací.

Mi espíritu;
camina solitario…

Si,
mi cuna es de plata,
si…

No, importa
solo soy un vacío
que te sonríe de vuelta.

Si me ven
no pregunten,
si hablo,
no me escuchen.
(Mis cicatrices no son nada,
se curan con plata)

Gracias por estar allí.

Una taza de café

Ella ya no es niña.

Me río de la pequeña muerte
y lloro con ella.

Ella ya no es niña.
 

En su frente
cae lentamente una nueva gota de agua.

Sus pies, siguen caminando descalzos;
y en el camino ya no hay fuego.

Sus manos ahora demuestras una herida
de donde fluye la certeza de la vida
una mínima andanza que lo es todo.

Sigue, su camino;
el hechicero la guía…
y ella no puede estar mejor.